Un futbolín futurista, 100% táctil
No es de extrañar, el futbolín del futuro es completamente táctil. Pues bien, no es una tableta digital, sino una pantalla de televisión horizontal sobre la que se han colocado una serie de sensores que analizan y transcriben los movimientos de las manos con un realismo asombroso. Fijo sobre patas de madera a la altura de una persona (en este sentido, sigue siendo un futbolín normal), este futbolín 2.0 exige cierta delicadeza por parte de los jugadores y prohíbe estrictamente el uso de placajes y otras artimañas que puedan comprometer su integridad. En el futbolín del futuro, se toca delicadamente con las yemas de los dedos para controlar a los jugadores y disparar la pelota virtual. Por supuesto, esta joya tecnológica requiere una batería de alta capacidad para durar las muchas horas que marcan cualquier buen torneo de futbolín . ¡Ni siquiera los jugadores más experimentados podrán quedarse sin batería!
Un proyecto de prácticas con una dimensión lúdica y social
Este invento revolucionario es gracias a Olivier Sébillote. Este brillante estudiante del Instituto de la Imagen, departamento de la Escuela de Ingeniería Paris Tech en Cluny, diseñó su peculiar futbolín para entretener a los jóvenes trabajadores de Chalon-sur-Saône. Creó esta proeza tecnológica como parte de un proyecto de fin de carrera que pretendía que fuera social, divertido y amigable. ¡Un éxito rotundo! El futbolín del futuro es una maravilla de jugabilidad que despierta curiosidad y deseo. ¡Lo vemos, lo deseamos!
Ya sea que juegues con dos o cuatro personas, o incluso solo, este equipo futurista te aportará tu dosis diaria de buen humor. Con un poco de suerte, incluso podrías equipar una superficie de juego con el mismo aspecto y características técnicas que un futbolín Bonzini o Petiot, ¿quién sabe?
¡Un futbolín de alta tecnología, pero no sólo eso!
Olivier Sébillote es un gran aficionado al futbolín, pero también a los juegos de mesa. Por eso decidió integrar algunos de sus juegos favoritos en su interfaz táctil. En otras palabras, ¡el futbolín puede convertirse en un tablero de ajedrez o en un juego de tejo con un simple clic! El joven inventor está entusiasmado con todos los juegos y aplicaciones que podrían mejorar su mesa. Va más allá e imagina una versión 2.0 que podría colocarse verticalmente para usarse como un televisor clásico. El mobiliario que sustenta este concepto podría convertirse en una auténtica pieza de diseño y, por ejemplo, ofrecerse en un catálogo de muebles.
Y con las alianzas industriales y los recursos disponibles para la escuela, es una apuesta segura que el proyecto de último año se convertirá rápidamente en una empresa emergente...